El hormigón árido visto ofrece una amplia variedad tanto en gama de colores como en texturas, consiguiéndose unos acabados muy atractivos para pavimentos de hormigón. Los acabados de árido visto son rugosos, antideslizantes y resistentes al desgaste y a la acción de los agentes atmosféricos, siendo muy adecuados para aceras, salidas de estacionamientos, urbanizaciones, patios, borde de piscinas y otras aplicaciones donde el hormigón se utiliza como pavimento.
Los áridos más utilizados con carácter decorativo son materiales naturales: cuarzo, granito, piedra caliza, grava y materiales como vidrio o cerámica.
El color de los áridos naturales varía según su naturaleza geológica e incluso entre rocas de un mismo tipo:
La dureza del árido visto y su densidad deben ser compatibles con los requerimientos estructurales y con las condiciones de uso previstas:
Los tamaños máximos de árido visto pueden variar entre 6.3 y 50 mm e incluso mayores. La exposición no debe sobrepasar 1/3 del diámetro medio de las partículas del árido grueso, ni tampoco la mitad del tamaño más pequeño del mismo.
La forma del árido afectará al patrón de al superficie y a su textura, pudiendo también influir ligeramente sobre el color: